Los recursos humanos y materiales adicionales que estos alumnos precisan se encuentran mayoritariamente en los centros del Programa de Integración Escolar, y es por esa razón por la que su escolarización es orientada principalmente hacia ellos.
A. Personales
Los centros que acogen en sus aulas a alumnos de integración, deben contar con un equipo de profesionales
de diferentes especialidades que respondan a todas las necesidades educativas
de sus alumnos.
Por un lado está el profesor tutor , que es el profesional de referencia
para el niño. Es el que pasa más horas con él y es posible
que sea el que tenga más conocimiento del mismo y más contacto
con la familia. Habitualmente sirve también de vínculo de unión
entre todos los profesionales implicados. Pero, además, dentro del centro
están los maestros especialistas en pedagogía terapéutica
, los maestros especialistas en audición y lenguaje , los fisioterapeutas
, los orientadores y, en algunos casos, los centros cuentan con un educador
y/o con un auxiliar sanitario .
Se exponen a continuación las principales tareas
de cada uno de los profesionales:
Tutor:
- Facilita la integración de los alumnos
en su grupo de clase así como en el conjunto de la dinámica escolar.
- Contribuye a la personalización de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
- Efectúa el seguimiento global del alumno, detectando y poniendo remedio
a las diferentes necesidades detectadas.
- Coordina toda la información que se posee del alumno integrado en su aula, orientando al resto del equipo y a los padres
acerca de temas como la evaluación del alumno o su promoción.
- Realiza con el resto de profesores el ajuste de las programaciones didácticas.
- Constituye el principal canal de comunicación entre la familia y el
centro.
Maestro de apoyo especializado en pedagogía terapéutica:
- Es el encargado de desarrollar el apoyo intensivo del alumno.
- Desarrolla su labor ya sea en el aula o fuera de ella.
- Orienta al tutor en aspectos relacionados con las adaptaciones metodológicas
y organizativas del aula, los materiales didácticos y los recursos personales
adecuados.
- Elabora y adapta materiales específicos.
- Propone diferentes metodologías para utilizar con unos alumnos y otros.
- Orienta al tutor en el modo de adaptar los objetivos, los contenidos y los
diferentes niveles dentro de los mismos aprendizajes generales y comunes para
todos los alumnos.
Maestro especializado en audición y lenguaje/logopeda:
- Previene, detecta, evalúa, interviene y realiza el seguimiento de
las alteraciones en el habla, el lenguaje o la comunicación.
- Colabora con el tutor y resto del equipo orientando acerca del alumno, su lenguaje, su habla o cu comunicación.
- Desarrolla su labor fuera del aula.
Orientador del centro:
- Es el profesional que sirve de enlace entre el tutor y los profesores
especializados, y está en contacto con los equipos de orientación
del sector.
- Participa en la elaboración de la adaptación curricular del
alumno, orientando sobre las metodologías
más adecuadas, la selección, organización y secuenciación
de objetivos y contenidos, y el desarrollo de actividades.
- Detecta y evalúa a los alumnos con necesidades educativas especiales.
- Forma parte en la toma de decisión en cuanto a la necesidad o no de
profesores de apoyo especializados (pedagogía terapéutica,
logopedia o fisioterapia).
B. Materiales
Dentro de los elementos materiales, están los materiales didácticos
propiamente dichos, pero también los aspectos organizativos referentes,
al espacio o a los diferentes agrupamientos de los alumnos.
Cuando hablamos de recursos materiales se está haciendo referencia a
otro medio de acceso al currículo. Como ya se ha dicho, no basta con
saber qué le voy a enseñar al alumno, sino que es necesario
disponer de los medios adecuados para que el alumno acceda a los objetivos
y contenidos propuestos.
¿Cómo debe ser el material usado con los alumnos?
El material que usemos con los alumnos debería
paliar las mayores dificultades que ellos poseen. Por ejemplo: sabemos que
los alumnos con síndrome de Down procesan mejor la información
simultánea (que llega de un modo global, casi siempre de manera visual)
que la secuencial (la que es más analítica, en la que el orden
tiene una importancia, casi siempre la auditiva). Si sabemos esto, el material
que seleccionemos debería llegar vía visual. Las órdenes
que se le den, deberían apoyarse en imágenes, para que las comprenda
mejor. Así salvamos esa dificultad pero estamos transmitiendo la información
que deseamos, asegurándonos de que la recibe y la comprende.
Otra cosa es que específicamente queramos trabajar su memoria auditiva.
Entonces sí usaremos un material que llegue por esta vía, para
ejercitarla. Pero no mezclaremos ambos porque no sabremos si no nos entiende
o no sabe hacerlo.
En general, todo material debe ser motivador y guía para el proceso
de enseñanza - aprendizaje. También debe:
- adaptarse a la edad de los alumnos
- ser seguro
- ser resistente y duradero
- ser de fácil manejo
- ser atractivo
- ser polivalente.
Pero sobre todo, debe responder al objetivo planteado. En ocasiones, se
confunden los objetivos que debemos conseguir con las actividades que se
hacen para alcanzar un objetivo. Así, cuando enseñamos a un niño a hacer puzzles,
el puzzle es la actividad, es el material que usamos, es el medio que hemos
decidido utilizar para alcanzar un objetivo: mejorar la orientación
espacial. Si se tiene claro el objetivo, y se tiene claro para qué sirve
cada material, todo irá bien.
Otro aspecto importante es que en la mayoría de los casos, el material
debe estar personalizado o adaptado, a ese alumno concreto que tiene síndrome de Down u otra deficiencia. Este aspecto
es muy complicado para el tutor, pero es posible que no lo sea tanto para
el profesor de apoyo.
¿Cómo seleccionar el material más adecuado?
Existe muchísimo material susceptible de ser utilizado con los alumnos, por eso es difícil seleccionar el más
adecuado.
También depende mucho de la situación en la que nos encontremos:
si estamos en el aula con el resto de los alumnos o estamos en el aula de apoyo,
donde el trabajo es más individual.
Para el profesor que está en el aula, es importante que seleccione
un material que no se diferencie demasiado del que usan el resto de los compañeros.
De este modo, el alumno no se siente diferente y sus compañeros también
lo perciben de otro modo.
Sin embargo, cuando está en el aula de apoyo, este criterio no es tan
relevante como que utilice un material que le ayude a adquirir conceptos en
los que tiene más dificultad. En cuanto al espacio, el alumno debe estar sentado en un lugar en el que acceda fácilmente a
la información, donde no se distraiga y desde el cual saque el máximo
partido a la clase. Este lugar, habitualmente es el que esté más
cerca del profesor en el caso de una distribución convencional, o junto
con alumnos más aventajados, si se trata de mesas con varios alumnos.
Por otro lado, es importante ser creativo y no limitar la enseñanza
al aula, ampliando los espacios (huerta, jardín, sala de psicomotricidad,
visitas a lugares fuera de la escuela, etc.) Un método muy eficaz es
el de implicar a uno o varios alumnos en el proceso de enseñanza, de
manera que unos alumnos sean tutores o guías de otros.
Por último, otro modo material de acceder al currículo son los
diferentes agrupamientos de los alumnos es. Así, en función de
la materia a enseñar, de la edad de los alumnos y de las características
concretas de los mismos, se pueden:
a) Flexibilizar los agrupamientos de los alumnos.
b) Los alumnos con síndrome de Down tienen una gran capacidad de imitación,
por lo que les favorece estar en contacto con alumnos mejor dotados que sirven
de modelo adecuado para ellos.
C. Físicas
Hacen referencia a los aspectos físicos del aula o del centro. Desde
la supresión de barreras arquitectónicos hasta la disposición
del aula, de los materiales, de la iluminación, del entorno en que está,
del ruido exterior, de la adaptación de las sillas y mesas para que
el alumno esté correctamente sentado o adaptaciones en las pantallas
de ordenador en el caso en que sea necesario, la utilización de gafas
o de audífonos. En este sentido, las piernas de los alumnos deben estar
en ángulo recto, con los pies apoyados en el suelo o en una tarima
si es que no llegan. La altura de la mesa debe ser la justa para que el alumno
acceda con facilidad a la misma, de manera que su espalda permanezca erguida.
D. Comunicación
Hace referencia a la incorporación de métodos aumentativos o alternativos
de la comunicación. Así, aunque los alumnos con alguna deficiencia suelen ser capaces de expresarse oralmente, no lo hacen con la misma
precisión que el resto de los alumnos, y su comprensión tampoco
es igual.
Algunas orientaciones son:
a) Apoyo visual mediante imágenes de las órdenes dadas oralmente.
b) Escribir en la pizarra las órdenes dadas verbalmente.
c) Colocar indicadores visuales claros de los diferentes espacios del centro
y del aula.
d) Indicar con imágenes o palabras los horarios o la secuencia de
las diferentes actividades a realizar.
e) Indicar con palabras o imágenes las diferentes tareas que se
han de realizar. Por ejemplo, saludo al entrar en clase (junto a la puerta),
cuelgo mi abrigo (junto a la percha), me lavo las manos antes de comer,
etc.
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